Una nueva tragedia sacudió la noche del sábado el barrio de Hatillo 5, en Costa Rica, cuando un hombre de apellido Alpízar, de 45 años, fue acribillado a balazos en plena alameda pública. El ataque fue tan brutal que la víctima recibió impactos de bala en la cabeza, el cuello y el tórax, según confirmó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

Según los investigadores, todo ocurrió como a las 11:05 de la noche. El señor Alpízar andaba caminando tranquilamente por una alameda cuando de repente se le acercó un tipo. Sin decir una sola palabra, sacó un arma y le disparó varias veces, dejándolo tirado ahí mismo.
El pobre hombre ni chance tuvo de defenderse o correr. Quedó tendido en el suelo, ya sin vida, mientras el asesino se daba a la fuga.
Imagínense el susto de los vecinos al escuchar semejante balacera a esa hora de la noche. Seguramente muchos se tiraron al suelo por miedo a las balas perdidas, y otros se asomaron con cautela para ver qué pasaba, solo para encontrarse con la terrible escena de un ciudadano muerto en plena calle.
Los agentes judiciales del OIJ llegaron al lugar para hacer el levantamiento del cuerpo y comenzar con las investigaciones. Lo que encontraron fue impresionante: Nada menos que 17 casquillos de bala, aparentemente de un arma calibre 9 milímetros. O sea que el atacante vació casi un cargador completo contra este hombre.
Con tantos disparos, queda claro que no fue un simple asalto o un problema del momento. Parece más bien un ajuste de cuentas o algo bien planificado, aunque todavía el OIJ no ha confirmado los motivos detrás de este brutal asesinato.
Los investigadores están trabajando para determinar si la víctima tenía enemigos, si estaba involucrado en alguna actividad ilícita, o si simplemente fue un caso de identidad equivocada.
Costa Rica sigue sumando más muertos
Lo más preocupante es que este no es un caso aislado. Según el último informe de las autoridades, con este homicidio, Costa Rica ya supera los 279 asesinatos en lo que va del 2025. ¡Qué barbaridad! Un país que antes era conocido por su paz y tranquilidad ahora está enfrentando una ola de violencia que parece no tener fin.