Lo que empezó como una pelea entre jóvenes después de una fiesta terminó en el brutal asesinato a puñaladas de Gabriela Nicole Pratts Rosario, quien estaba a punto de cumplir 17 años, y de comenzar su último año escolar.

Ocho veces la apuñalaron con un cuchillo. Y no, no fue una sola persona. Según el Departamento de Justicia de Puerto Rico fue un acto conjunto entre madre e hija: Elvia Cabrera Rivera, de 40 años, y Anthonieshka Avilés Cabrera, de apenas 17.
La noche del 10 de agosto, el municipio montañoso de Aibonito celebraba su cierre de verano, una fiesta familiar en la plaza pública. Al terminar, muchos jóvenes se trasladaron a un área cercana, el Desvío Roberto Colón. Fue allí donde la historia de Gabriela cambió para siempre.
Lo que Gabriela no sabía o no esperaba, era que alguien estaba armado. Elvia Cabrera, de 40 años, y su hija Anthonieshka supuestamente actuaron en conjunto para apuñalar a Gabriela. Un amigo que intentó protegerla también fue herido tres puñaladas, y casi pierde un pulmón.
La madre de Gabriela intentó llegar hasta su hija, pero fue contenida por otros. A las 12:15 a.m., la policía llegó. Gabriela fue llevada a un hospital, pero ya era tarde.
¿Quiénes son las imputadas?
Elvia Cabrera y su hija Anthonieshka Avilés Cabrera fueron arrestadas y acusadas de asesinato en primer grado y violación a la Ley de Armas. A cada una se le impuso una fianza de un $1,000,000. Ambas se declararon no culpables y se negaron a hacer declaraciones. Ahora están en prisiones distintas: una en Bayamón, la otra en Ponce.
Según la secretaria de Justicia, Lourdes Gómez Torres, madre e hija actuaron en “común acuerdo”. La hija será procesada como adulta, ya que el crimen que se les imputa, asesinato en primer grado lo permite. Si son halladas culpables, podrían pasar el resto de sus vidas tras las rejas.
Al principio, se habló de seis personas sospechosas: cuatro menores y dos adultas. Pero hasta ahora, solo madre e hija han sido acusadas formalmente.