México está a punto de vivir un momento histórico con la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia de la República.
La científica de 61 años se convertirá en la primera mujer en ocupar el máximo cargo político del país, rompiendo con la cultura mexicana que durante décadas ha limitado el acceso de las mujeres a los puestos de poder.
Sheinbaum, quien se impuso con contundencia en las elecciones del pasado domingo, obteniendo entre el 58.3% y 60.7% de los votos según el conteo rápido del Instituto Nacional Electoral (INE), es una figura destacada en el ámbito académico y político.
Nacida en la Ciudad de México en 1962, en el seno de una familia de origen judío y con tradición de militancia socialista, Sheinbaum se formó como física en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y realizó estudios de posgrado en Ingeniería Energética en la misma institución.
Durante su carrera como investigadora, formó parte del Panel Intergubernamental de expertos sobre el Cambio Climático de la ONU que ganó el Nobel de la Paz en 2007. Además, realizó trabajos de investigación para su doctorado en el prestigioso Lawrence Berkeley Laboratory de California, Estados Unidos.
En el plano político, Sheinbaum fue una figura clave en el movimiento de izquierda en México. Se desempeñó como secretaria de Medio Ambiente en el gobierno del Distrito Federal entre 2000 y 2006, y posteriormente en el cargo de Jefa de Gobierno de la Ciudad de México entre 2018 y 2024.
Uno de los retos más apremiantes de la mandataria electa será la lucha contra el crimen organizado, que ha sumido a México en una espiral de violencia sin precedentes.
Durante su campaña, Sheinbaum defendió la necesidad de una reforma del Poder Judicial y la mejora de las capacidades de la Guardia Nacional para combatir la inseguridad.
Sheinbaum prometió mantener los programas sociales impulsados por el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, al tiempo que busca impulsar la inversión, la creación de empleo y la diversificación de la economía.
Más allá de los retos políticos y económicos, la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia tiene un profundo significado simbólico para las mujeres y las minorías en México.
En un país donde la discriminación y la violencia de género siguen siendo problemas endémicos, ver a una mujer brillante, preparada y comprometida ocupar el máximo cargo político envía un poderoso mensaje de empoderamiento y esperanza.
Sheinbaum, quien se ha definido como feminista y ha impulsado políticas para promover la igualdad de género, se convierte en un referente para millones de niñas y jóvenes que sueñan con un futuro sin límites.
Con Claudia Sheinbaum al frente, México se prepara para escribir un nuevo capítulo en su historia. Un capítulo marcado por la esperanza, el cambio y la posibilidad de construir un país más justo, equitativo y sostenible.
Esta destacada científica que rompió el techo de cristal tiene ante sí la oportunidad de transformar la realidad de millones de mexicanos y de sentar las bases para un futuro mejor.
En este momento histórico, la mirada del mundo está puesta en México y en su primera presidenta. Claudia Sheinbaum tiene la responsabilidad y el privilegio de demostrar que las mujeres pueden liderar con visión, integridad y valentía