Cuando el amor llega no distingue género ni aspecto físico, las personas suelen aceptarlo y esforzarse para que la otra persona sea feliz, aunque en ocasiones, las apariencias engañan.
Una prueba de ello fue la sorprendente experiencia de un joven de Indonesia que conoció a una persona a través de Internet y se quedó completamente prendado. Así, sin dudarlo dos veces, se casó con ella. Todo ocurrió cuando, AK, como se ha presentado el joven, y su pareja decidieron quedar ya en persona.
Todo parecía ir bien, y aunque, como así ha admitido, su pareja tenía «ciertas peculiaridades», no le dio importancia. Adinda Kanza Azzahra, como se llama la mujer, siempre intentaba ocultar su rostro con un velo o un hiyab, algo que achacó a la timidez.
Y es que, el amor era tal que no dudó en pedirle matrimonio, a lo que ella aceptó, aunque con una condición. Como así le pidió, no quería que se registrara su unión porque su madre había muerto y su padre llevaba mucho tiempo sin aparecer, así que no tenía familia cercana a la que invitar a la ceremonia.
Tras darse el ‘sí, quiero’ en la aldea de Wangunjaya, llegó el momento de consumar el matrimonio, algo que ella siempre negaba. Además, tampoco quería relacionarse con los seres queridos de su marido. Por ello, su familia decidió investigar lo ocurrido. Así, descubrieron que, en realidad, ella era él, y su amor era en realidad toda una mentira.