¿Has escuchado el término “Tralalero Tralalá”?
Se ha convertido en una de las expresiones más repetidas en redes sociales, especialmente en TikTok. Se trata de una canción pegajosa que acompaña a videos donde aparece un personaje generado por inteligencia artificial: un tiburón azul con tres patas, zapatillas deportivas Nike y movimientos robóticos. El contenido pertenece a una corriente conocida como brainrot italiano, que se ha viralizado por su estética surrealista y frases sin sentido.
El origen de esta tendencia se remonta a contenidos generados con herramientas de IA en Europa, particularmente en Italia, que combinan lo absurdo con lo inquietante. “Tra-lalero Tra-lalá” no significa nada específico, pero suena similar a frases cantadas o recitadas en tono infantil. Sin embargo, algunos videos incluyen expresiones blasfemas o palabras ofensivas en italiano, lo que ha generado controversia sobre su uso en contenidos vistos por niños.
Especialistas en salud mental y educación advierten que esta tendencia no es apropiada para menores. Aunque los videos pueden parecer graciosos e inofensivos, sus elementos hipnóticos y absurdos están diseñados para captar atención de forma compulsiva. La exposición constante a este tipo de estímulos puede afectar el desarrollo del lenguaje, la capacidad de concentración y fomentar una sobrecarga sensorial, especialmente en niños pequeños.
Uno de los aspectos más preocupantes es que, a pesar de no estar dirigidos a menores, estos videos aparecen con facilidad en sus cuentas debido a los algoritmos de recomendación. Sus colores llamativos, movimientos repetitivos y sonidos extraños captan la atención de los más jóvenes, quienes pueden no comprender el contenido, pero lo consumen con frecuencia.
La estética del brainrot italiano, del que “Tralalero Tralalá” es parte, se basa en personajes generados por IA con combinaciones visuales sin lógica: animales con partes humanas, objetos que bailan o hablan, e incluso criaturas con discursos religiosos o políticos desgurados. La intención es provocar confusión, risa o simplemente viralidad, sin importar el mensaje que se transmite, lo cual plantea un riesgo para la audiencia infantil.
“Tralalero Tralalá” no es solo una canción viral, sino parte de una tendencia digital más compleja que combina absurdismo, inteligencia artificial y consumo acelerado de contenido. Aunque puede parecer una simple moda de internet, su impacto en los niños no debe subestimarse. Establecer límites, fomentar actividades fuera de pantalla y desarrollar pensamiento crítico son claves para enfrentar este tipo de contenidos con responsabilidad.
Esta corriente viral se originó a partir de un video que utilizaba como música de fondo la icónica Tarantella Napoletana, una canción italiana ampliamente reconocida por su presencia en series como Los Simpson y Garfield. El tralalero tralala es el nuevo «juguete» visual de la Generación Z y la generación Alfa, esta última nacida a partir de 2010, es la generación más reciente y numerosa de la historia, con una proyección de 2.500 millones de personas para 2025, están creciendo en un mundo totalmente digital.