Una pequeña niña de 3 años, identificada como Arely Naomi Proctor, fue brutalmente torturada hasta morir durante un ritual de exorcismo realizado por su propia familia en una iglesia de San José, California, Estados Unidos.
Según las autoridades, la menor le dijo a su madre «te amo» momentos antes de que su cuerpo sin vida fuera abandonado en el altar de la iglesia. Los bomberos que acudieron a la escena confirmaron que el cadáver de la niña presentaba signos de violencia.
El fiscal del caso, Rebekah Wise, reveló que durante aproximadamente 20 horas, Arely luchó desesperadamente por su vida mientras su madre, Claudia Hernández; su tío, René Hernández Santos; y su abuelo, René Trigueros Hernández, la sujetaban con fuerza por el cuello, el torso y las piernas, en un intento por «expulsar al demonio» que, según ellos, la poseía.
«Arely se veía diferente. Sus ojos eran diferentes, parecían vacíos y no era ella», declaró la madre de la niña a los investigadores. Hernández incluso llegó a meter los dedos en la boca de su hija para provocarle vómito, pero la pequeña la mordió.
Finalmente, después de que Arely le dijera «te amo» a su madre, los familiares la tiraron al suelo, donde dejó de respirar. Claudia Hernández esperó dos horas antes de llamar a las autoridades.