Un delincuente de 44 años de la ciudad de Stary Oskol, provincia de Bélgorod, Rusia, llamó por error a la Policía cuando quería pedir un taxi.
El hombre estuvo de fiesta en la casa de un amigo y aprovechó la oportunidad para robar una tableta cuando el dueño de la vivienda se quedó dormido.
Luego llamó el último número registrado en su móvil creyendo que era el servicio de taxi. Dio la dirección donde debían recogerlo y, para su sorpresa, llegó la Policía, que enseguida detuvo al delincuente tras comprobar que el dispositivo era robado.