Daniela Liberani, tras regresar de un viaje por el sureste de Asia, regresó a su hogar en Edinburgo, capital de Escocia.
Días después de su regreso, comenzó a tener un persistente sangrado en la nariz, lo cual atribuyó a una simple lastimadura.
Sin embargo, cerca del mes de haber presentado los síntomas, la mujer advirtió una masa extraña en su fosa nasal, lo cual creyó se trataba de una costra.
Sin embargo, al buscar asistencia médica, la joven descubrió que tenía una sangijuela viviendo dentro su nariz desde su viaje.
El parásito, de acuerdo a los expertos médicos, pudo haber ingresado si la mujer bebió agua o se bañó en un lugar contaminado.
Lo único que nadie se explica es como la joven pudo haber tenido un parásito de semejante tamaño viviendo dentro de su nariz sin darse cuenta durante varias semanas.