Japón subasta carne de ballena de aleta a mas de mil dólares por kilogramo

La Cámara de Diputados de Brasil aprobó este jueves un proyecto de ley que permite la castración química para personas condenadas por abuso sexual contra menores de edad.

La medida, que deberá ser debatida en el Senado, incluye el uso de “medicamentos inhibidores de libido”, regulados por el Ministerio de Salud, según la enmienda presentada por el diputado Ricardo Salles, del bloque bolsonarista.

La carne de ballenas de aleta, capturadas por primera vez en casi 50 años en la costa norte de Japón, se vendió por más de 1.300 dólares por kilogramo en una subasta realizada el jueves. La venta es un reflejo del regreso de Japón a la caza comercial de ballenas, una práctica controvertida que fue reanudada tras la salida del país de la Comisión Ballenera Internacional en 2019.

En mayo de este año, Japón comenzó a permitir la caza de ballenas de aleta, junto con otras tres especies, basándose en estudios que indican una recuperación de las poblaciones de rorcuales comunes en el Pacífico Norte. Durante la temporada, 30 ballenas de aleta fueron capturadas, la mitad de la cuota de 60 establecida por el gobierno japonés.

La carne de ballena, que anteriormente era una fuente vital de proteínas tras la Segunda Guerra Mundial, ahora se vende como un lujo, alcanzando precios elevados como el de 200.000 yenes (1.312 dólares) por kilogramo de la cola, considerada una delicadeza. Aunque la caza de ballenas sigue siendo criticada por grupos conservacionistas, la demanda en Japón sigue siendo limitada, y muchos expertos dudan de la viabilidad de la industria sin fuertes subsidios gubernamentales.

Con la industria ballenera enfrentando desafíos económicos, Japón busca mantenerla viva mediante el aumento de las capturas y el mercado de la carne, aunque la falta de una demanda masiva y los altos costos podrían poner en peligro su sostenibilidad a largo plazo.

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