La empleada de una funeraria de Houston, Texas, se entregó a las autoridades luego de que mutiló el pene y los testículos de un cadáver y los colocó en la boca del fallecido antes de la cremación, según registros judiciales.
Amber Paige Laudermilk, de 34 años, enfrenta cargos por abuso grave de un cadáver tras el macabro incidente ocurrido el pasado 7 de febrero en la funeraria y crematorio Memorial, ubicada en Pine Street.
El cadáver mutilado es de un delincuente sexual de 58 años que había sido condenado a 10 años de sentencia diferida tras una agresión sexual cometida en 2001.
Según registros judiciales, Laudermilk presuntamente llevó a cabo el acto tras enterarse de los antecedentes penales del fallecido.
Documentos de la corte detallan que después del ataque, la embalsamadora habría amenazado a otros empleados para que guardaran silencio sobre el hecho.
El incidente salió a la luz cuando Erika Menjivar, directora a cargo de la funeraria, recibió una queja formal presentada ante la Comisión de Servicios Funerarios de Texas.
En esta queja, varios empleados describieron los hechos y mencionaron que temían hablar debido a las amenazas de Laudermilk.
Andrea Sánchez, una embalsamadora en formación, declaró que fue testigo de cómo Laudermilk cortó los genitales del cadáver con un bisturí y los colocó en la boca del fallecido.
La acusada enfrenta cargos por abuso de cadáver, un delito grave en Texas. Su caso fue asignado a la Corte Penal 209 del condado Harris.
La funeraria Memorial Mortuary & Crematory confirmó que Laudermilk ya no es empleada de la empresa, pero declinó ofrecer más comentarios debido a la naturaleza legal del caso.