Microsoft ha anunciado la compra de Activision Blizzard, la compañía detrás de franquicias como ‘Diablo’, ‘WoW’ o ‘Call of Duty’, a un impactante precio de 68.700 millones de dólares. De esta manera, pasará a ser la tercera empresa de videojuegos más grande del mundo por ingresos, solo por detrás de Tencent y Sony.
Alrededor de 10.000 empleados de Activision Blizzard pasarán a formar parte de Microsoft. El CEO del gigante de tecnología, Satya Nadella, se muestra convencido de que la industria de los videojuegos jugará un papel clave en el desarrollo de las plataformas de metaverso.
«Esta adquisición acelerará el crecimiento del negocio de juegos de Microsoft en dispositivos móviles, PC, consolas y la nube, y proporcionará elementos básicos para el metaverso», afirma la compañía en un comunicado.
Una vez cerrado el acuerdo, el CEO de Activision Blizzard, Bobby Kotick, cederá su puesto al director ejecutivo de Microsoft Gaming, Phil Spencer.
El propio Kotick señala que «combinar el talento de clase mundial y las extraordinarias franquicias de Activision Blizzard con la tecnología, la distribución, el acceso al talento, la visión ambiciosa y el compromiso compartido con los juegos y la inclusión de Microsoft» ayudarán al conglomerado alcanzar aún mayor éxito en una industria «cada vez más competitiva».
Se espera que el acuerdo se cierre en algún momento del año fiscal 2023 que finaliza el 30 de junio del año que viene.
La demanda por videojuegos ha disparado durante la pandemia y los expertos coinciden en que seguirá creciendo en los próximos años.