La crisis del agua dulce en el planeta ha alcanzado niveles alarmantes, según un estudio reciente de la NASA y el Centro Aeroespacial Alemán publicado en Surveys in Geophysics.
Desde 2014, se ha detectado una disminución abrupta de los recursos hídricos, que podría indicar una fase de sequedad persistente. Entre 2015 y 2023, se registró una pérdida promedio de 1,200 kilómetros cúbicos de agua dulce, un fenómeno que amenaza la sostenibilidad de ecosistemas y sociedades en diversas regiones del mundo.
El informe resalta cómo factores naturales, como el fenómeno de El Niño, y humanos, como el calentamiento global, han exacerbado esta problemática.
El aumento de las temperaturas ha intensificado la evaporación, mientras que las lluvias torrenciales generadas por el cambio climático no logran recargar adecuadamente los acuíferos. Según el hidrólogo Matthew Rodell, 13 de las 30 sequías más severas registradas ocurrieron desde 2015, afectando gravemente regiones como Brasil, África central y Asia.
El impacto de esta crisis no se limita a la disponibilidad de agua para consumo humano; también afecta la agricultura, los ecosistemas y la salud pública. La sobreexplotación de los acuíferos ha llevado a la desertificación de tierras fértiles, mientras que la falta de agua potable ha incrementado el riesgo de enfermedades. Además, las tensiones sociales derivadas de la escasez podrían desencadenar conflictos y desplazamientos masivos.
Los expertos subrayan la necesidad de medidas urgentes para mitigar el problema. La gestión sostenible del agua, la inversión en tecnología de conservación y la cooperación internacional son esenciales para frenar el deterioro. Asimismo, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero podría estabilizar los patrones climáticos y disminuir la velocidad de la crisis.
Aunque el panorama es desalentador, los científicos ven una oportunidad para actuar. La preservación del agua dulce será clave para la supervivencia de las próximas generaciones, convirtiéndose en uno de los desafíos más importantes del siglo XXI.