Desde épocas antiguas las personas han tratado de hacer que sus viviendas gasten la menor energía posible utilizando para ello las tecnologías que tenían disponibles en su momento.
El concepto de eficiencia energética no ha sido inventado, a pesar que parece algo muy novedoso hoy en día.
La verdad es que cuando tenemos que pagar una factura mensual esta idea se vuelve más importante, ya que al aplicarla disminuiría nuestro gasto todos los meses. Además, ahora contamos con más medios para aislar los inmuebles con los que nuestros abuelos apenas podían soñar.
Aislar edificios ayuda a detener el cambio climático
La preocupación por la eficiencia energética no solo viene del hecho de ahorrar nuestras facturas mensuales, ya que el cambio climático también ha tenido mucho que ver.
El cambio climático ya está aquí y la única manera de detenerlo es tomando una serie de medidas, entre las que está hacer edificios con una menor demanda de energía, algo para lo que se puede usar el panel de composite.
La fachada ventilada es la mejor opción para que un edificio gaste menos energía
En cuanto a la fachada ventilada hay muchas opiniones, pero lo cierto es que en un edificio la parte que más influye en su aislamiento térmico es su envolvente.
Esta envolvente es aquella parte que está en contacto con el exterior, por lo que podemos decir que las puertas, las ventanas y las fachadas forman parte de ella.
Casi siempre se tiene en cuenta a las ventanas para mejorar el aislamiento, pero no nos fijamos tanto en las fachadas, lo cual es un error porque es la parte de la envolvente que tiene más metros en contacto con el exterior.
Así, para que un edificio esté bien aislado hay que comenzar por la fachada, colocando el panel de composite para crear una fachada ventilada.
¿Cómo funciona la fachada ventilada?
El funcionamiento de una fachada ventilada no puede ser más sencillo, pues aprovecha las leyes de la termodinámica para aislar el edificio sin la necesidad de aportar ningún tipo de energía.
Entre la fachada del edificio y el panel de composite exterior se crea una cámara de aire con una chimenea en la parte superior.
Este aire puede fluir libremente por ese espacio, de manera que cuando hace mucho calor el aire caliente sube y escapa por la chimenea, refrescando la fachada y el edificio.
Por el contrario, cuando hace frío el aire se queda atrapado en esa cámara de aire y es calentado por la acción del sol, de forma que calienta el edificio.
Sea la época del año que sea, este sistema tan sencillo aísla nuestra vivienda del frío y del calor, además de hacer lo mismo con la humedad, puesto que el aire que va circulando seca la fachada del edificio.
En cuanto a la humedad, además de la circulación del aire, también ayuda mucho el panel externo del sistema de fachada ventilada, que evita que el agua incida de manera directa sobre la pared exterior del edificio, impidiendo así que haya humedades por filtración.