Para Panasonic no ha sido fácil abrirse camino en el mercado de los smartphones y de hecho, con excepción de Japón, la serie Eluga fracasó en ventas en el resto del mundo. Por eso la compañía prefirió replantear su estrategia y aprovechar las fortalezas que tiene en materia de fotografía para la creación de su próxima propuesta, el Lumix CM1, un teléfono que tiene algunas características de cámara compacta avanzada.
Claro, no deja de ser un smartphone y está lejos de reemplazar la capacidad de un equipo fotográfico especializado, pero al menos supera al Lumia 1020 e incluso iguala algunas cualidades de las Galaxy Camera. Y es que este Lumix tiene un sensor de 1” (de 20 megapixeles), idéntico al de la RX100 de Sony, además de una lente Leica DC Elmarit con apertura constante f/2.8; aunque no hay zoom óptico, la óptica tiene equivalencia de 28mm, lo que significa un máximo de f/11. Lo interesante es que Panasonic incorporó alrededor de la lente un anillo para que el enfoque sea ajustado con precisión.
A pesar de que Panasonic prefiere considerar al dispositivo como una cámara con muchas funciones de conectividad, el concepto y especificaciones técnicas son de un teléfono, es decir, hay un procesador Snapdragon 801 de 4 núcleos a 2.3GHz, 2 GB en RAM y 16 GB de almacenamiento, además de que todo funciona con Android 4.4. El único inconveniente es que la batería de 2600mAh podría ser insuficiente para abastecer de energía al obturador durante un día normal de uso. También hay opción de ampliar el espacio por medio de una ranura microSD.
Al igual que la Lumix GM1, el CM1 fue diseñado con un estilo clásico y elegante, así que podría convertirse en la alternativa predilecta de algunos fotógrafos. Lo cierto es que al menos su estética es diferente del resto de los smartphones. El Lumix CM1 estará disponible en Francia y Alemania hacia finales de año y a principios de 2015 en el resto del mundo, en aproximadamente €900 EUR. Considerando el elevado precio, es posible que Panasonic quiera probar la reacción de la gente en un territorio específico, antes de distribuirlo en otros países.