La operación ocurrió el 8 de junio de 2006. Pero recientemente volvió a ser recordada gracias a unas impactantes imágenes que se volvieron virales
Siegfried Streiter se estaba muriendo de una falla biventricular en etapa terminal. Esta condición fatal ocurre cuando ambos lados del corazón ya no bombean suficiente sangre para sostener el cuerpo del paciente.
Pero este paciente berlinés de 62 años logró sobrevivir gracias a la implantación de un Corazón Artificial Total temporal TAH-t.
La operación ocurrió el 8 de junio de 2006. Pero recientemente volvió a ser recordada gracias a unas impactantes imágenes que se volvieron virales, tomadas por un fotógrafo de National Geographic que captó en time lapse toda la cirugía.
La operación fue llevada a cabo por el profesor Hetzer, director médico del Berlin Heart Institute. Una cámara especial de techo controlada por computadora capturó esta cirugía de cuatro horas.
«Los órganos vitales de Siegfried se estaban cerrando; estaba a los pocos días de la muerte», explicó el profesor Hetzer.
Los corazones artificiales, llamados dispositivos de asistencia circulatoria mecánica, sirven para reemplazar total o parcialmente el trabajo de un corazón gravemente enfermo. El objetivo es mejorar la función circulatoria y asegurar el aporte de sangre y oxígeno al resto de los órganos vitales (cerebro, riñones, hígado, etc.). Un paciente estabilizado puede entonces esperar por la recuperación de su propio corazón, esperar por un trasplante cardíaco o incluso continuar el resto de su vida con un corazón artificial.
Existen muchos tipos de corazones artificiales, con características y funciones diferentes. Un equipo de profesionales entrenados decide cual es el dispositivo que mejor se adapta a las necesidades de cada paciente.
En el caso de Streiter fue usado un dispositivo CardioWest TAH-t, la versión moderna del corazón artificial Jarvik-7 usado en los años 80.
Los cirujanos de la Estados Unidos fueron los primeros en el mundo en utilizar con éxito un corazón totalmente artificial como puente para el trasplante. En 2004, fueron los primeros en ganar la aprobación de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) para ese mismo dispositivo. El TAH-t fue nombrado el mayor avance médico por la American Heart Association para el mismo año.
Tras el implante, algunos pacientes regresan a su hogar con un corazón artificial implantado, lo cual mejora la calidad de vida y facilita la recuperación. El seguimiento y cumplimiento estricto de las indicaciones del equipo profesional son fundamentales para un mejor resultado.
La operación le permitió a Streiter sobrevivir durante casi un año.