Una serie de experimentos ha demostrado que esta nueva batería «se cargará en segundos». Sin embargo, aún queda por trabajar más en la capacidad de carga.
Científicos de la Universidad Estatal de San Petersburgo, en Rusia, han desarrollado un nuevo tipo de batería capaz de cargarse unas diez veces más rápido que una batería de iones de litio tradicional y que además es más segura en términos de riesgos de incendio e impacto ambiental.
En el marco de su búsqueda de materiales con capacidad de almacenar energía electroquímica, químicos experimentaron con polímeros de nitroxilo con actividad redox, es decir, que pueden sufrir procesos reversibles de pérdida (oxidación) y ganancia (reducción) de electrones. Estos polímeros se caracterizan por una alta densidad de energía y una velocidad de carga y descarga rápida, explica esta semana en un artículo Oleg Levin, profesor del Departamento de Electroquímica de la universidad.
El mayor problema para la implementación de estos polímeros es su conductividad eléctrica insuficiente, que impide la acumulación de carga incluso con aditivos altamente conductores, como el carbono. No obstante, tras una serie de experimentos, Levin y su equipo lograron la síntesis del complejo níquel-salen (NiSalen), un polímero que resultó ser el más estable y eficiente en todas las pruebas.
«Las moléculas de este metalopolímero [NiSalen] actúan como un cable molecular al que se unen los colgantes de nitroxilo, que consumen mucha energía. La arquitectura molecular del material permite lograr un rendimiento de alta capacitancia en un amplio rango de temperaturas», señala la institución educativa.