Los cocodrilos no solo reptan por el suelo o vadean los ríos, sino que también pueden trepar por árboles de varios metros de altura, incluso hasta las copas, para tomar el sol o vigilar su territorio.
Vladimir Dinets, profesor asistente de investigación del departamento de Psicología de la Universidad de Tennessee (EE.UU.) y su equipo han observado que al menos cuatro especies de cocodrilo se suben a los árboles. En general, trepaban no muy por encima del agua, aunque algunos podían escalar hasta cuatro metros de altura por un tronco de árbol y cinco metros por una rama, según la revista ‘Herpetology’.
Los investigadores destacan que los cocodrilos más pequeños podían subir más alto y más lejos que los de mayor tamaño y que al sentir la presencia de un hombre cerca saltaban de los árboles cayendo en el agua.
«Las observaciones más frecuentes de subida a un árbol se observaban en las zonas donde había pocos lugares para tomar el sol en la tierra, lo que implica que necesitan alternativas para regular su temperatura corporal», explican. «Del mismo modo, su naturaleza cautelosa sugiere que la escalada les permite una mejor supervisión de la zona para detectar las amenazas y presas potenciales», agregan.
Los datos sugieren que al menos algunas especies de cocodrilos son capaces de trepar a los árboles a pesar de que carecen de las adaptaciones morfológicas apropiadas para hacerlo, por lo que los investigadores consideran que estos datos serán de utilidad para los paleontólogos durante la reconstrucción del comportamiento de parientes extintos de cocodrilos, como los dinosaurios o los pterosaurios.