La alta cultura de bendecir a Nicaragua hizo la diferencia

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Hay mucha gente que desea el bien para Nicaragua. Es parte de las bondades que trae el corazón cristiano para ser usado en este mundo.

Y también se puede observar lo contrario: los amargos afanes de quienes invocaron lo peor para nuestra República. Pero, ¿qué tanto de lo anunciado por los mensajeros de la calamidad se cumplió?

Dando voces de desgracia, una escasa minoría intentó descomponer el espíritu nicaragüense con sus presagios de pesadilla, sin poder alborotar las realidades de cada día.

Algo que estuvo sonando desde antes de la estación lluviosa, fue la “caída” del ciclo agrícola. Se exageró la situación del llamado “corredor seco”, y hacia allá se dirigieron las siglas opositoras para pintar un panorama del tamaño de la Tribulación bíblica. Hasta demandaron declarar el Estado de Emergencia.

El economista profesional, Néstor Avendaño, sostuvo que no era necesario el tal “Estado de Emergencia”. Pese a que el diario La Prensa no mencionó al Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, el experto aseguró que “se está garantizando atención a la población en el Corredor Seco y porque los daños son menores a un punto porcentual en el crecimiento económico esperado en 2015”.

En medio de los trastornos del Efecto Invernadero, sería de ingratos ignorar las bendiciones del Altísimo al operar en esas condiciones anómalas para revertirlas: a través de los precios internacionales y la alta producción en otras regiones. No olvidemos… son más “Los Corredores Húmedos de Nicaragua” que el seco.

Todo el año se (mal) dijo que la economía se desplomaría, porque “no se respeta” la propiedad privada y, por “la inseguridad jurídica”, se ahuyentarían los inversionistas.

La realidad: entró Lala y la Planta Managua de la Empresa Cemex, de capitales mexicanos. El auge se vivió en Rivas, donde se inauguró el aeropuerto internacional “Costa Esmeralda”; Estelí, León y la región Caribe Sur registraron ambientes favorables para los negocios.

José Adán Aguerri sostuvo, en el último editorial del Consejo Superior de la Empresa Privada, que “La inversión extranjera directa hoy alcanza cifras anuales al menos cinco veces superior a las cifras de hace diez años”.

Es decir, el sandinismo se distingue de los anteriores gobiernos de derecha por el manejo maestro de la economía, amén de generar confianza.

EEUU

En su catálogo de desdichas incluyeron un periodo glacial con los Estados Unidos. Hasta una congresista que vive su Guerra Fría particular, se convirtió en gurú de la derecha más conservadora.

La realidad: una nueva embajadora de la gran nación, Laura F. Dogu, exhibe su formación profesional en la diplomacia y estimula un enfoque con Nicaragua, distinto al suspirado por la minoría fatalista.

Se inaugura el primer establecimiento insignia de Walmart; la excelente acogida de Pricemart y la seguridad en todos los órdenes que ofrece Nicaragua les animaron a abrir otras instalaciones; la Industria Cargill se expande, y va adelante el hotel Wyatt, todos de capital estadounidense.

Asimismo, la Unión Americana donó $4,2 millones destinados a adelantar una base militar nicaragüense en el Caribe que proporcionará a la Fuerza Naval del Ejército Nacional, según la Embajadora, “una enorme capacidad” para reaccionar e iniciar misiones contra todo género de ilícitos.

Los agoreros lanzaron sus macabras “profecías” contra las zonas francas, porque el Congreso no prorrogó el Nivel de Preferencia Arancelaria. Hablaron de 15 mil trabajadores en la calle y el cierre en cadena de muchas empresas.

La realidad: algunas empresas ampliaron sus techos industriales. Si bien a principios de 2015 se perdieron unos 5 mil empleos “al finalizar el año, se terminará igual o mayor al 2014, con 110 mil empleos”, afirmó el general Álvaro Baltodano.
Por si fuera poco, EEUU puso fin a la condicionalidad del Waiver, gracias a que un gobierno responsable, liderado por el comandante Daniel Ortega y la escritora Rosario Murillo, honró sus compromisos.

Es que ya no se trata de relaciones “tibias”, “correctas”, “constipadas”, “cordiales”…, que eso corresponde a los Estados invertebrados que aún se arrastran en la mentalidad de Patio Trasero de algunos.

El sandinismo asume el Estado moderno que supera la anacrónica narrativa Metrópolis-Subalterno. Solo de esta manera se establecen relaciones superiores con EEUU u otro país. Ya no hay lugar para las democracias bananeras en este siglo, más que para las nostalgias organizadas en siglas.

Así se honra la memoria del respetable norteamericano Edward Kennedy (1932-2009), quien escribió un año antes de su deceso: “Vivimos un mundo complejo de naciones y grupos étnicos, que exige cooperación, no confrontación”.

Venezuela

La batería de adivinos, videntes, voceros del descalabro y similares, lanzaron también todos sus terribles augurios contra la cooperación venezolana y “vieron” un “cataclismo” económico en Nicaragua.

La realidad: el presidente del Cosep, José Adán Aguerri, aseguró que “Es la primera vez desde el año 90 que tenemos cinco años consecutivos de crecimiento por encima del 4%. Para nosotros esto es un logro del país (…) del esquema que ha permitido que entre el sector privado, los trabajadores y el gobierno podamos estar presentando este tipo de resultados”.

Es importante señalar que la derecha conservadora y sus conversos han martillado que el Gobierno Sandinista siega los frutos de un árbol que no sembró, en referencia a la Administración Bolaños (2002-2006).

La realidad: el Cosep detalló que “Entre 2000 y 2009 Nicaragua era una de las economías de la región centroamericana (sin incluir Panamá) que menos crecía. En esos años solo superábamos a El Salvador. Hoy la economía nicaragüense se ha convertido en la economía de mayor crecimiento en la región”.

A partir del año 2010 al año 2014 “el promedio que hemos crecido es 4.7%”. 2005-2009, 2.8; 2000-2004, 3.1%.

No solo eso. El Banco Central de Nicaragua informó el 23 de diciembre que “las Reservas Internacionales Brutas (RIB) alcanzaron un nuevo máximo histórico de $2,501.9 millones”. En 2014 fueron de $2,276.2 millones.

Economistas profesionales como Mario Arana y Juan Sebastián Chamorro coincidieron en destacar a El Nuevo Diario que ese nivel de reservas refleja la solidez del sistema cambiario, la fortaleza del córdoba y de las finanzas públicas en general.

Además, dijo el doctor Arana, “beneficia la imagen que tiene el país ante los calificadores internacionales de riesgo, atrayendo de esa manera a más inversionistas que apuesten por Nicaragua y aumente la inversión extranjera directa”.

Las funestas predicciones y maldiciones conexas, aderezadas con ondas de suspicacias y tirajes de falacias, pasaron a engrosar su propio menú de fracasos con el insólito combo de candidatos de la cosecha pasada que todavía reclaman victorias marchitas por falta de vida real.

Gracias al Señor, las bendiciones otra vez tomaron la batuta en Nicaragua. Si no, de dónde este reporte de la Comisión Económica para Latinoamérica y El Caribe, CEPAL: en 2016 nuestro país será el segundo, después de Panamá, en crecer 4.3%, muy por arriba del índice en el subcontinente americano, proyectado en 0.2%.

Queda muchísima caña que llevar al trapiche, pero la molienda, en el nombre de Jesús, ya comenzó.

**Edwin Sánchez

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