Hace 4 años la idea de vivir una experiencia sexual única casi le costó la vida a un costarricense al que se le ocurrió introducirse una yuca de 45 centímetros en el ano.
El suceso fue un escándalo mundial, pues el hombre llegó al hospital San Juan de Dios, de San José, en Costa Rica con el enorme tubérculo metido en el ano.
La yuca, en ese momento le rompió el intestino; y para extraerla fue necesaria una intervención quirúrgica que duró aproximadamente una hora.
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El costarricense, tenía para entonces 55 años, y según contó a la yuca le puso dos condones, pero cuando iba metiéndola poco a poco, uno de los preservativos se rompió, y la yuca le quedó atorada.
En redes sociales el video de la dolorosa operación se viralizó rápidamente y aunque la intervención fue todo un éxito, el hombre tuvo que someterse a una reconstrucción completa del ano.
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El costarricense, según los médicos que lo atendieron llevaba el ano destrozado y parte del intestino lastimado, por lo que ahora cuente la historia es un verdadero milagro.
¿Cómo se recupera?
Según expertos, las personas que suelen introducirse objetos en sus genitales, casi siempre alcanzan un orgasmo, lo peligroso de la situación es que cada vez desean llevar a otro nivel sus fantasías.
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Aunque para muchos es algo aberrante, las estadísticas refieren que es más común de los creemos, pues cada día llegan a los centros hospitalarios personas con llaves, candados, desodorantes, lápices, frutas, verduras, vibradores y hasta armas de fuego atascadas en el ano.
¿Cómo hacen los médicos para extraer los objetos?
Las cirugías en el ano son de las más riesgosas, por la gran cantidad de venas que existen en esa zona del cuerpo, es por ello que los médicos generalmente suelen colocar un aparato llamado “dilatador rectal” para abrir y sacar.
A veces los médicos administran anestesia general, que relaja el ano y permite la extracción del objeto sin cirugía.
Si el médico no puede palpar el objeto o si éste no puede verse y eliminarse a través del ano, el médico espera hasta que los movimientos naturales ondulatorios de la pared del intestino grueso (llamados peristaltismo) hagan bajar el objeto, permitiendo así su extracción.
Si el médico no puede extraer el cuerpo extraño, la persona es hospitalizada y se requiere cirugía.
Durante la cirugía, se administra a la persona un anestésico regional o general y se mueve el objeto suavemente hacia el ano. En contadas ocasiones, el recto debe abrirse quirúrgicamente para extraer el objeto.
Después de haber retirado el cuerpo extraño, el médico realiza una sigmoidoscopia (un tubo flexible se introduce a través del ano para visualizar la parte baja del intestino grueso, el recto y el ano) para determinar si el recto se ha perforado o ha sufrido algún otro tipo de lesión.
Lo cierto es que aunque sepamos lo doloroso y riesgoso que es introducirse objetos “donde no debemos”, el ser humano es curioso por naturaleza, por lo que seguramente en muy poco tiempo sabremos de otro caso parecido o igual al del tico que introdujo la enorme yuca en su ano.