La cantante espera poder proteger a su hermana Noah, para que disfrute de su inocencia el mayor tiempo posible.
Su actitud sobre el escenario y las descaradas letras de sus canciones han convertido a la cantante Miley Cyrus (21) en todo un símbolo de rebelión sexual, aunque su provocativa actitud encuentra su límite en todo lo tocante a su hermana Noah, de 14 años, a quien espera poder proteger el mayor tiempo posible de los excesos propios de una vida de estrella.
«Le encantan los deportes, y es una gran aficionada a los caballos. Así que voy a intentar mantenerla en ese punto, para preservar ese tipo de inocencia tanto tiempo como pueda porque lo cierto es que hace falta alguien muy fuerte, y que no le importe lo más mínimo lo que la gente piense para sobrevivir en este mundo», confesó la joven durante una entrevista con la emisora 2Day FM.
Sin embargo, la exestrella juvenil nunca intentaría influir en la decisión de su hermana si quisiera seguir sus pasos en un futuro, una posibilidad que no descarta en absoluto teniendo en cuenta sus más que destacables cualidades.
«Es una artista nata. En ocasiones incluso pienso: ‘Dios mío, me está robando mi momento’. Pero simplemente es así, si Noah está en una habitación, consigue centrar en ella toda la atención. Así que siento que, si de verdad quisiese ser una estrella, no debería impedírselo», aseguró.
De decidir continuar con la tradición musical de la familia Cyrus, Noah contaría con la ventaja de haber sido testigo de primera mano de los errores y aciertos de su famosa hermana, ya que tanto ella como su madre Tish forman parte del séquito que acompaña a Miley en sus múltiples compromisos profesionales. De hecho, ambas suelen estar en la primera fila de sus conciertos cantando y bailando sus temas, un detalle que la cantante encuentra especialmente reconfortante porque le ayuda a ganar confianza sobre el escenario.
«Noah siempre hace las rutinas de baile conmigo. Algunas veces se equivoca y de repente me doy cuenta de que estoy copiando sus movimientos. Es muy divertido. No paramos de jugar entre nosotras durante todo el espectáculo, porque hace todo mucho más fácil saber que mi familia está ahí. Mi madre tampoco se queda atrás, suele estar delante de todos, ejecutando los pasos de baile al mismo tiempo que yo», señaló.