No es ninguna novedad que la hija mayor de Beyoncé y Jay Z los acompañe en ciertos eventos importantes como los Grammy o los premios BET Awards. La niña de 10 años nunca se ha mostrado abrumada por la presencia de cámaras en las alfombras rojas y con el tiempo ha aprendido a moverse como pez en el agua en este tipo de eventos.
Blue Ivy acompañó a sus papás a la gala benéfica Wearable Art que organiza cada año en Los Ángeles la asociación WACO Theater Center que fundó y dirige su abuela Tina Knowles-Lawson.
Se trataba de una noche muy especial para toda la familia, por lo que la niña no podía quedarse en un segundo plano.
Aprovechando que su mamá y su abuela la habían dejado sola para subir al escenario y dirigir la subasta, la primogénita de Beyoncé comenzó a levantar su paleta para pujar por un par de aretes de diamantes de Lorraine Schwartz y llegó a ofrecer más de 80,000 dólares.
Lo más irónico es que las joyas habían pertenecido anteriormente a la propia Beyoncé, pero se ve que a Blue no le hacía ninguna gracia que fueran a parar a manos de un desconocido.
Al final acabó perdiendo ante Monique Rodríguez, fundadora de Mielle Organics, que hizo la oferta ganadora con 105,000 dólares.