La actriz israelí Gal Gadot, conocida mundialmente por su papel icónico como Wonder Woman, enfrentó una prueba de salud significativa durante su último embarazo. En el octavo mes de gestación, Gadot comenzó a experimentar dolores de cabeza intensos y persistentes que la llevaron a buscar atención médica urgente.
Después de una resonancia magnética, se reveló que Gadot tenía un coágulo de sangre de gran tamaño en su cerebro, una condición rara y potencialmente mortal conocida como trombosis venosa cerebral. Debido a la gravedad de la situación, fue sometida a una cirugía de emergencia para remover el coágulo.
La operación fue un éxito, aunque fue un momento extremadamente angustiante tanto para Gadot como para su familia. Afortunadamente, su hija, Ori, nació sana y salva en marzo de 2024. El nombre Ori, que significa «mi luz» en hebreo, fue elegido por Gadot como un símbolo de esperanza, fortaleza y renovación tras la dura experiencia que vivieron.
Gal Gadot ha decidido compartir su historia públicamente para aumentar la conciencia sobre la trombosis venosa cerebral, especialmente entre mujeres embarazadas, quienes pueden ser más vulnerables a este tipo de complicaciones. En sus redes sociales, la actriz ha instado a las mujeres a escuchar sus cuerpos y a buscar atención médica inmediata ante cualquier síntoma preocupante, como dolores de cabeza intensos o persistentes, que podrían ser signos de condiciones graves.
Además de su papel como actriz, Gadot se ha convertido en una voz importante en la promoción de la salud y el bienestar. Su experiencia ha inspirado a muchas personas a ser más proactivas en el cuidado de su salud, y su valentía al compartir su historia ha sido ampliamente elogiada por sus seguidores y la comunidad médica.