La superestrella del rap, empresario, y productor Sean ‘Diddy’ Combs se declaró inocente el martes de los cargos de asociación ilícita y tráfico sexual, tras lo cual se ordenó que permanezca bajo custodia a la espera de juicio.
Combs, de 54 años, fue detenido por agentes federales en Nueva York el lunes por la noche, señalado en una acusación penal de tres cargos, según la cual abusaba sexualmente de mujeres y las obligaba a participar en fiestas sexuales con drogas mediante amenazas y violencia.
En su comparecencia ante un tribunal de Manhattan, al que acudieron numerosos familiares para apoyarlo, el que fuera dignatario de la música se declaró inocente. Su abogado pidió a la juez Robyn Tarnofsky que permitiera su puesta en libertad bajo fianza.
Tras una larga vista en la que la fiscalía expresó su preocupación por la posible manipulación de testigos y el riesgo de fuga, la juez Tarnofsky denegó la libertad bajo fianza, diciendo que le preocupaba el “desequilibrio de poder” en el caso, que incluye a personas que, según ella, están “sujetas a coacción”.
También citó preocupaciones sobre su supuesta tendencia a la ira, la violencia y el abuso de sustancias.
Además de conspiración para extorsionar y tráfico sexual, Combs es acusado de transportar a víctimas a través de las fronteras estatales para ejercer la prostitución.
Damian Williams, fiscal del Distrito Sur de Nueva York, declaró que aunque Combs es la única persona acusada por ahora, la investigación sigue en curso.
La acusación alega que durante décadas Combs “abusó, amenazó y coaccionó a mujeres y a otras personas de su entorno para satisfacer sus deseos sexuales, proteger su reputación y ocultar su conducta”.
Sus actos conllevaron a una acusación por presuntamente dirigir una empresa criminal encargada de “tráfico sexual, trabajos forzados, secuestros, incendios provocados, sobornos y obstrucción a la Justicia”.