El nuevo disco de Adele, titulado simplemente «25», alcanzó los 2.3 millones de copias vendidas tan sólo en Estados Unidos en los primeros tres días desde su lanzamiento.
Según los pronósticos no falta mucho para que Adele rompa la marca de ventas de álbumes en una semana que impuso la banda juvenil N’Sync en el año 2000 con «No Strings Attached» con 2.4 millones de copias.
«No hay alguien con quien yo haya conversado en el negocio de la música que no esté sorprendido con estos números», dijo Dave Bakula, vicepresidente sénior de la sección de análisis de la industria en Nielsen.
Por su parte la revista Billboard, que elabora la lista de referencia en Estados Unidos, calcula que «25» alcanzará los 2.9 millones de discos en su primera semana en el mercado doméstico.
Esta cifra de ventas es sorprendente para una industria cuyas ventas han caído progresivamente en la era digital. Quizá esto fue lo que orilló a Adele a hacer frente y resistirse a que los servicios de streaming como Spotify lo pudieran tener disponible, así que la gente deseosa de escucharlo tuvo que comprarlo.