Las artistas Sara Goldschmied y Eleonora Chiari deben estar rojas de furia luego que llenaran el piso del museo Bozen-Bolzano de Milán con restos de botellas vacías, serpentinas y todo tipo de desechos para simbolizar el hedonismo y la corrupción en la Italia de los años 80’s. Ellas bautizaron su obra como ¿Dónde vamos a bailar esta noche?.
El problema fue que una señora de limpieza confundió la instalación con los restos de un evento realizado la noche anterior y eficientemente hizo su trabajo dejando todo muy limpio y ordenado.
Para suerte de las artistas, en Italia suelen reciclarse los desperdicios y el museo pudo recuperar el cristal, el plástico y el papel en bolsas por separado.
Esto reavivó, una vez más, el debate sobre el arte moderno.