Una madre que se reencontró con su hijo 30 años después está enamorada de él y quieren tener un bebe

Una madre que volvió a ver a su hijo después de darlo en adopción hace más de 30 años dice que están enamorados y quieren tener un bebé, después de que él abandonó a su esposa por ella. 

Kim West, de 51 años, y su hijo Ben Ford, de 32 años, que vive en Michigan, han estado en una relación desde que se conocieron en 2014, y dicen que tienen un “increíble y alucinante sexo”.

La pareja volvió a entrar en contacto hace dos años, después de que Ben quería saber más acerca de sus padres biológicos, por lo que buscó a Kim.

Se sintieron sexualmente atraídos el uno por el otro y compartieron su primer beso luego de beber una botella de champán en un hotel, antes de tener relaciones sexuales. Y tres días después de haber tenido relaciones sexuales por primera vez, Ben le dijo a su esposa Victoria que ya no la quería y se iría…

Kim, quien creció en Islington, Londres, quedó embarazada durante sus estudios en California, y después de dar a luz a su hijo, a los 19 años, lo dio en adopción.

La señora que trabaja como diseñadora de interiores, dijo:

“Esto no es incesto, es Atracción Sexual Genética (GSA). Somos como dos gotas de agua y estamos destinados a estar juntos. Sé que la gente va a decir que esto es repugnante, que debemos ser capaces de controlar nuestros sentimientos, pero cuando eres golpeado por un amor que te consume, estás dispuesto a renunciar a todo por él, tienes que luchar por él”.

La Atracción Sexual Genética es un fenómeno poco estudiado, que se produce entre los adoptados y sus padres biológicos perdidos hace mucho tiempo. En él se describen sentimientos de intensa intimidad entre dos parientes que han sido separados durante los años críticos del desarrollo, y la posterior unión luego de encontrarse por primera vez como adultos.

Cuando un hijo, ya adulto, y su padre biológico finalmente se encuentran, el cerebro tiene dificultad para asociarse entre sí como familia. En su lugar, se fija en las características físicas similares, gustos y disgustos, que se relacionan con sentimientos complejos de intimidad. Esto puede llevar a ambas partes a expresar sus emociones sexuales.

El fenómeno fue identificado por primera vez por Barbara Gonyo en los años ochenta, después de que ella escribió un libro llamado “Soy su madre, pero no es mi hijo”, donde contó su historia personal al reunirse con su hijo, al cual había dado en adopción a los 16 años.

La investigación realizada por el British Medical Journal muestra que la mitad de las personas separadas de sus familiares a temprana edad experimentan fuertes sentimientos sexuales cuando se reúnen.

Cuando las familias crece junta, un tabú se crea, lo que los aleja de la atracción sexual. Pero aquellos que se alejan pueden desarrollar potentes sentimientos obsesivos, hacia sus padres o hermanos, incluso en la edad adulta.

La Genética de Atracción Sexual es un término que describe el fenómeno de la atracción sexual entre parientes cercanos, como hermanos, primos de primera y segunda, o uno de los padres e hijos, que se reúnen por primera vez cuando son adultos.

Sin embargo, la GSA es rara entre las personas criadas juntas en la primera infancia, debido a una impresión sexual inversa, que se conoce como el efecto Westermarck, lo que les insensibiliza a la atracción sexual. Los expertos creen que este efecto se desarrolló para evitar la endogamia.

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