João Pereira de Souza, un albañil jubilado brasileño, salvó hace seis años de morir a un pequeño pingüino de Magallanes.
El incidente ocurrió en el año 2011 cuando João descubrió al pingüino cubierto completamente en alquitrán y al borde de la muerte en una playa cercana su casa en el sureste de Brasil. El lo limpió, le dio de comer sardinas, y cuando estuvo fuerte y sano, lo devolvió al océano.
La pequeña ave se negó a volver a su habitat natural, las islas Malvinas, situadas a 8 mil kilómetros de distancia. Un día, este señor se subió a bordo de un barco y se sumergió mar adentro con el pingüino, lejos de la tierra firme y allí, en mitad del océano lo soltó de nuevo. Sin embargo,cuando volvió a su casa se sorprendió al ver que estaba esperándolo.
En una entrevista en la cadena Globo TV, el brasileño asegura que el animal es casi como su hijo y lo bautizó como Didin. «Solo yo puedo tocarlo si otra persona intenta acariciarlo lo ataca», explicó.
Esta historia ha despertado la curiosidad de la comunidad científica que no entiende este fenómeno tan poco común.
https://youtu.be/fEFCz5Q7c0M