Una joven pareja en China decidió vender a su hija de apenas 18 días de nacida para comprarse un iPhone y una motocicleta antes de ser rastreados y arrestados por la policía de ese país asiático.
El padre, de tan sólo 19 años, y la mamá que es menor de edad decidieron vender a su bebé en un sitió en Internet y a través de la aplicación de mensajería China QQ.
Un hombre les respondió que quería el bebé para su hermana y así acordaron y realizaron la «transacción» por un equivalente a 3,500 dólares.
Al momento de ser arrestados el papá aseguró que «no sabía que eso era ilegal». Por esta razón fue sentenciado a 3 años de prisión y la mamá a 2 años y medio de pena suspendida porque ella no ha terminado sus estudios.
Lo más curioso del caso es que al enterarse del juicio el comprado se entregó a la policía, pero no fue acusado, y encima el juez dejó que su hermana mantenga al bebé debido a las vicisitudes que viven sus papás biológicos.