Tres litros de vino al día y ni una gota de agua era una norma de consumo para Antonio Docampo García, del que la ciudad española de Vigo se despidió este 1 de febrero. Docampo, un agricultor y empresario gallego que dedicó su vida a la vinicultura, falleció a la edad de 107 años.
Según afirma la revista ‘Vinitur’, su hijo, también vinicultor, ha admitido en los funerales: «Si producía 60.000 litros al año, 3.000 no le llegaban para él».
Docampo García, que no tomó ningún medicamento hasta que cumplió 100 años, decía que él era el mejor ejemplo del ‘descubrimiento científico’ de que el vino prolonga la vida.