Haber intentado rescatar a un cuervo que estaba atrapado en una alambrada de hierro, pero que lamentablemente falleció en sus manos, le ha costado a Shiva Kevat ser atacado durante tres años por una manada de cuervos en señal de venganza.
Luego de que los pájaros fueran testigos de la muerte accidental, no han hecho más que castigar a Kewat, y en su defensa tiene que cargar un palo para no ser atacado con las garras y picoteado.
Según estudios realizados en la Universidad de Barkatullah acerca del comportamiento de las aves, los cuervos tienen una memoria muy buena y suelen recordar a los que le han hecho daño. Convirtiéndolos en expertos a guardar rencor, y Shiva Kewat da ejemplo de ello.