Para superar el desafío de la sal y el hielo hay que poner estos dos elementos sobre la piel, lo que provoca una reacción química que reduce la temperatura del hielo hasta alcanzar los -17°C.

Pero el reto no queda ahí, sino que hay que aguantar la mayor cantidad de tiempo posible y luego compartir las imágenes de la quemadura en las redes sociales. Las heridas llegan a ser de tercer grado.
La Sociedad Británica para la Prevención de la Crueldad contra los Niños advirtió sobre los peligros del desafío e instó a los padres y maestros a estar muy atentos para frenar el nuevo challenge.
