Existen muchas maneras para analizar nuestro interior, sin embargo la clave siempre esta en nuestros cuerpos en este caso la forma en que apretamos los puños.
Si así cierras tus puños tiendes a ayudar a las personas incluso cuando esto te trae algunos problemas. Constantemente buscas nuevos conocimientos y experiencias, eres muy activo y algo impaciente.
Es de vital importancia para ti ser aceptado y aprobado porque a menudo te encuentras con personas que se aprovechan de tu bondad. Pero como eres una persona fuerte, no te deprimes y no pierdes la fe en las personas. Sigues ayudándolas y protegiendo a los necesitados pero de forma un poco más cautelosa.
En este caso eres muy social, atraes a la gente que es diferente. Tus amigos te quieren por tu sinceridad y mente aguda. Estás seguro de ti mismo y tienes mucha dignidad. Eres una persona trabajadora, empeñosa y hábil, lo cual te puede convertir en un buen líder.
Sin embargo, muchas veces el miedo a fracasar te impide tomar decisiones atrevidas, porque un fracaso para ti sería un golpe fuerte para tu dignidad.
Necesitas que la gente te alabe y apruebe, lo cual no está tan mal. Pero no dejes de creer en ti mismo incluso si los demás no te dicen todo el tiempo lo genial que eres, porque es probable que solo estés entre las personas que simplemente envidian tus éxitos.
Eres astuto, ingenioso y elocuente pero un poco tímido. Por eso mucha gente cree que eres una persona silenciosa y ermitaña. Eres muy pensativo, meticuloso y a veces exiges demasiado de ti, lo cual solo te provoca preocupaciones innecesarias. Eres perceptivo e intentas que nada viole tu armonía interior.
Las personas cercanas a ti se sienten muy cómodas estando a tu lado. A veces te duele saber que no puedes construir una relación fácilmente, acoplarte con un colectivo y ser el alma de la fiesta.
Pero no lo tomes en serio, porque es suficiente con ser solo un poco más flexible y amigable, y las personas que antes tenían miedo a acercarse a ti, buscarán tu compañía.