Un ‘súperbanano’ rico en vitaminas desarrollado por científicos será probado en seres humanos durante unas pruebas que se llevarán a cabo en EE.UU. Los investigadores planean comenzar su producción en Uganda en 2020.
Los plátanos se caracterizan por haber sido diseñados genéticamente para aumentar los niveles de vitamina A, cuya deficiencia puede ser mortal.
Cientos de miles de personas mueren anualmente en el mundo debido a las deficiencias de vitamina A, mientras que muchas otras se quedan ciegas, según comentó el profesor James Dale, líder del proyecto, en declaraciones a AFP.
«Las consecuencias de la deficiencia de vitamina A son nefastas, con un saldo de entre 650.000 y 700.000 personas que mueren al año en todo el mundo (…) y al menos otras 300.000 quedan ciegas», afirma Dale.
«La buena ciencia puede hacer una enorme diferencia aquí al enriquecer los cultivos básicos como el banano de Uganda con provitamina A y proporcionar a las poblaciones pobres que subsisten de la agricultura alimentos nutricionalmente ricos», agrega el profesor.
El proyecto fue creado por la Universidad de Tecnología de Queensland (QUT) en Australia, con el apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates.
Dale agregó que la pulpa del banano transgénico es más naranja que un plátano normal, pero por lo demás se ve igual.
Si el proyecto recibe el visto bueno para desarrollarse en Uganda después de las pruebas estadounidenses, los cultivos con micronutrientes enriquecidos o modificados también podrían recibir luz verde para Ruanda, Kenia y Tanzania.
La afirmación de que los organismos genéticamente modificados (OGM) no representan un riesgo para la salud humana y el medio ambiente está lejos de ser confirmada, a pesar de las afirmaciones de la industria.
En octubre de 2013, 93 científicos de diversos países dijeron que había una falta de evidencia empírica y científica para apoyar lo que dijeron eran falsas afirmaciones hechas por la industria de la biotecnología sobre el llamado ‘consenso’ sobre la seguridad de los OGM. Dijeron además que se necesita más investigación independiente, ya que los estudios existentes que dicen que los transgénicos son seguros están mayoritariamente financiados y apoyados por las empresas de biotecnología.