El ibuprofeno, un antiinflamatorio y analgésico de venta libre, se ha convertido en uno de los medicamentos más vendidos y usados en todo el mundo. Tanto, que algunas sociedades científicas han encendido el alerta y comenzaron a hablar de “excesos riesgosos”.
La Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC) advirtió que “la alta dosificación de ibuprofeno que se aplica para dolores leves y moderados” puede llegar a ser riesgosa para la salud.
Según la presidenta del Comité Científico de la SEFAC, Neus Caelles, tomar ibuprofeno de 400 miligramos tres veces al día consigue controlar el dolor y la inflamación en procesos leves y moderados.
Según los expertos, los efectos secundarios de este fármaco se incrementan a medida que aumenta la dosis.
“El riesgo de sufrir un evento cardiovascular con dosis de 400 miligramos no está incrementado, algo que no se puede afirmar en el caso de los 800 miligramos”, explicaron.
El exceso de ibuprofeno, y con uso prolongado, aumenta notablemente el riesgo de daños gástricos, hepáticos y renales.
Entre sus efectos adversos más leves, la OMS enumera diarrea, mareos, cuadros de nerviosismo y dolor de cabeza, y cuando la sobredosis es grave puede provocar taquicardia o fibrilación auricular, entre otras complicaciones.
Aunque cabe aclarar que con una ingesta moderada y las indicaciones de un profesional de la salud, su consumo no presenta mayores problemas.