Aretha Franklin, falleció este jueves en Detroit a los 76 años a causa de cáncer de páncreas, con ella desaparece la última gran superviviente de la era dorada de la música negra estadounidense.
Franklin comenzó a cantar en el coro de la iglesia de su padre y sacudió el panorama musical de los 60 al introducir los recursos del góspel en la música secular, con éxitos legendarios como Respect o (You make me feel) A natural woman.
Tuvo una vida turbulenta, con su primera maternidad cuando era apenas una niña, un matrimonio violento y un considerable historial de desavenencias y desdichas.
Franklin nació en 1942 en Memphis, Tennessee, pero creció en Detroit. En los años 40 su familia emigró del sur al norte.
Su padre, era Clarence LeVaughn Franklin, un pastor muy conocido e influyente, amigo de Martin Luther King, cuya voz resultaba tan musical que sus sermones acabaron editados en discos.
Fue en el coro de la iglesia de su padre donde la artista comenzó a cantar, al igual que sus hermanas, y fue en su propia casa cuando entró en contacto con el movimiento de los derechos civiles. Pero lo privilegiado de su hogar dentro de la comunidad afroamericana- no le libró de una infancia dura y, sobre todo, muy breve.
A los 12 años Franklin, quedó embarazada de un chico de una escuela y a los 15 ya había tenido su segundo hijo con otro hombre. Ambos llevan el apellido Franklin. Se casó a los 19 con Ted White, que fue violento con ella, y se divorció ocho años después.
El reverendo Franklin murió en el 84 tras pasar cinco años en coma a consecuencia de un tiroteo cuando se enfrentó a unos ladrones.
Muchos de los episodios turbios de su vida quedaron recogidos para su disgusto en una biografía de 2014 (RESPECT: The life of Aretha Franklin) publicada por David Ritz, quien años antes había trabajado para ella como escritor fantasma (o negro, como se dice en España) de una autobiografía que la artista se encargó de edulcorar. Como su música, Aretha era peleona y trataba de arrinconar en su historia la parte más dura. Decía su productor de Atlantic, Jerry Wexler, que sus ojos luminosos cubrían la angustia y que sus depresiones podían llegar a ser “tan profundas como el mar oscuro”.
Ganadora de 18 premios Grammy y con 10 millones de discos vendidos, llevaba desde los años 80 sin viajar fuera de Estados Unidos debido a su también legendaria fobia a volar.
Se le atribuyen celos de diva contra otras artistas que en algún momento la superasen en ventas como Barbra Streisand o Whitney Houston y, de hecho, fue público y morrocotudo su enfado cuando en la entrega de los premios Grammy de 2008, a Beyoncé no se le ocurrió otra cosa que presentar a Tina Turner como “la Reina”.
Franklin se ofendió y lo consideró un golpe bajo de los guionistas para generar polémica.
https://youtu.be/KtBbyglq37E