Una vez más la familia real británica ha quedado mal parada, luego que Meghan Markle y el Príncipe Harry concedieran una explosiva entrevista.
A poco más de un año de desvincularse de la realeza, Markle, ha dejado boquiabierta a todos luego que revelara que en el Palacio hubo preocupación de cómo de oscura sería la piel de su primer hijo Archie.
La información fue corroborada por Harry, quien se negó a hablar del asunto aunque aseguró que fue un golpe muy duro.
En la entrevista también salieron a relucir las fricciones de Meghan con Kate Middleton, pero esta vez aseguró que nunca hizo llorar a la esposa de su cuñado, sino que fue “todo lo contrario”.
La pareja reveló que se casaron en secreto tres días antes de la boda oficial, pues ellos querían sellar su amor lejos del show mediático.
Harry reveló que durante el embarazo de su primogénito, Archie, Buckingham les informó de que el bebé no tendría título de príncipe o princesa y que tampoco contaría con seguridad, a pesar de que la pareja era acosada por la prensa amarillista.
Meghan además reveló que en los cuatro años que ejerció su papel monárquico estuvo preocupada por su salud mental y hasta llegó a pensar en el suicidio.
Varias veces le pidió ayuda a la institución, pero le negaron el internamiento en un centro para recuperarse por la imagen que aquello podía proyectar.
“Tuve pensamientos suicidas constantes y claros”, ha afirmado. Y Enrique ha añadido: “La familia tiene una mentalidad de ‘esto es lo que es, no se puede cambiar’.
Para Enrique, en tanto, el punto de inflexión fue la primera gira que hicieron como matrimonio, en Australia. “Meghan se portó espectacular con la gente. Eso a la familia real le trajo recuerdos y no les gustó”, ha sostenido en alusión a su madre, cuando robó las miradas en su visita al país oceánico y dejó en las sombras al príncipe Carlos.
“Ella me hizo ver la realidad de lo que estaba viviendo, preso en el sistema de la familia real. Mi padre y mi hermano siguen atrapados y no van a poder salir”, dijo Harry.