En una reveladora y emotiva entrevista, la icónica cantante Madonna confesó haber atravesado uno de los momentos más oscuros de su vida en 2016, llegando a contemplar el suicidio.

La crisis surgió durante la intensa disputa legal por la custodia de su hijo Rocco, mientras se encontraba en plena gira Rebel Heart.
La artista narró que la profunda sensación de impotencia ante la posibilidad de perder a su hijo la llevó a sentir deseos de «hacer daño a sí misma» y a pensar que «mejor ya me maten» antes de dejarlo ir.
Madonna describió cómo, noche tras noche, después de sus presentaciones, lloraba en el suelo de su camerino con la convicción de que su mundo se «venía abajo».
Con la perspectiva del tiempo, la «Reina del Pop» atribuyó su superación a su espiritualidad, la cual le permitió transformar el sufrimiento en aprendizaje y reconstruirse emocionalmente.
Actualmente, Madonna mantiene una buena relación con su hijo y reconoce que la difícil experiencia la hizo crecer.