Tras regresar a Cleveland, la estrella de la NBA puso en venta su enorme casa. Incluye cine, bodega de vinos y muelle para yates.
A casi un año de haberla puesto en venta, LeBron James logró rematar su mansión de Miami. La estrella de la NBA decidió deshacerse de la propiedad en octubre de 2014, pero la venta se demoró más de lo pensado.
En su intento de no dejar ningún rastro tras su marcha del Heat, LeBron se desprendió de su lujoso hogar en Coconut Grove por u$s13,4 millones.
Inicialmente, la propiedad estaba tasada en u$s17 millones. Pero el crack norteamericano del baloncesto tuvo que ajustar el precio paulatinamente hasta encontrar comprador: una compañía controlada por Mayfair in the Grove, un centro comercial de la zona propiedad del empresario Timo Kipp, que la usará como residencia privada.
Se trata de una vivienda de más de 3.000 metros cuadrados, con tres pisos, seis habitaciones, sala de cine y salida al mar con muelle privado, además de muchas otras instalaciones de lujo.
La casa se puso a la venta por u$s8 millones de dólares más que los que LeBron pagó cuando la adquirió (u$s9 millones de en 2010). Por lo tanto, al concretar la operación en u$s13,4 millones, LeBron ha ganado más de u$s 4 millones respecto de aquella compra que realizó en 2010.