Miles de fanáticos, músicos y personalidades del mundo del rock se congregaron en Birmingham, ciudad natal de Ozzy Osbourne, para rendirle homenaje tras su reciente fallecimiento.
El icónico cantante y fundador de Black Sabbath, considerado uno de los padres del heavy metal, murió a los 76 años, dejando un legado imborrable en la música.
Las honras fúnebres públicas se realizaron en el Symphony Hall de Birmingham, donde se vivió un ambiente solemne pero profundamente emotivo. Sobre el escenario, rodeado de flores negras y púrpuras, se proyectaron imágenes de su vida y carrera, mientras sonaban clásicos como “Dreamer”, “No More Tears” y “Mama, I’m Coming Home”.
Artistas cercanos, exmiembros de Black Sabbath y su familia dedicaron palabras conmovedoras. Su esposa Sharon Osbourne, visiblemente afectada, agradeció el cariño del público:
“Ozzy vivió y murió como una leyenda. Su corazón siempre estuvo en Birmingham, y hoy regresa a casa.”
Posteriormente, una caravana fúnebre recorrió calles emblemáticas del barrio de Aston, donde Ozzy creció, recibiendo aplausos, lágrimas y ofrendas de sus seguidores.
En homenaje permanente, las autoridades locales confirmaron que una plaza será rebautizada como “Ozzy Osbourne Square”, y se construirá una estatua conmemorativa en su honor.
El mundo del rock despide hoy a una figura irrepetible, cuya voz y espíritu seguirán vivos por generaciones.
