El miércoles en horas de la noche el mundo se sorprendió por el fallecimiento del fundador y dueño de Playboy, Hugh Hefner, una figura muy controvertida en el entretenimiento para adultos.
Hugh se mantuvo por muchas décadas como una figura polémica, amado por mucho y odiado por otros sobretodo porque era millonario y siempre estaba rodeado de mujeres hermosas y jóvenes en su lujos mansión.
Hefner es famoso por su revista del conejito y sus flamantes e incesantes fiestas eróticas en la mansión de Playboy; lo que muy pocos saben es que el magnate era bueno y tenía muy buen corazón.
En 1964, creó la Fundación Hugh M. Hefner, cuyo objetivo fue “facilitar los derechos individuales en una sociedad democrática”. Este organismo otorga subvenciones a los solicitantes de entre $5,000 y $10,000 dólares.
Hugh también apoyó muy de cerca a Children of the Night, una organización que se dedica a rescatar a menores de edad, víctimas de la prostitución.
Destinó mucho dinero a grupos como el Student Law Law Center y la ACLU Foundation of Southern California. De igual modo, también creó el programa Rational Sex and Drug and Policy, el cual tiene como principal misión “promover una sociedad donde las políticas de drogas estén basadas en la ciencia, la compasión, la salud y los derechos humanos que promueve la soberanía de los individuos sobre sus mentes y cuerpos”.
Su herencia será distribuida entre sus hijos pero gran parte de su fortuna será destinada a estos proyectos y organizaciones.