La misiva del presentador televisivo experto en fauna silvestre se mantuvo cerrada por más de una década y fue publicada por su padre
Steve Irwin, conocido mundialmente como «el cazador de cocodrilos», alcanzó la fama televisiva por su serie documental sobre animales salvajes que protagonizaba junto con su esposa, Terri.
El 4 de septiembre de 2006 falleció al ser atacado por una mantarraya mientras filmaba un documental bajo el agua.
A 10 años de su muerte, se conoció una carta escrita por Steve a sus padres. El emotivo escrito, que se encontraba cerrado hasta hace poco tiene como destinatarios a su madre, Lyn, y su padre, Bob y relata la importancia de sus padres.
«A mis 32 (años), me empiezo a dar cuenta. En los buenos momentos y en los malos, ustedes están aquí. Su fuerza y resistencia para criarme no fueron recompensadas como corresponde. Mi amor por ustedes es mi fortaleza!», escribió.
Durante la misiva, el cazador de cocodrilos se lamentó de ocupar su vida con el trabajo y «tardar 30 años» en darse cuenta «de lo escencial» que fueron sus padres para su crecimiento: «Construyeron mi carácter, mi ética y, lo más importante, mi felicidad», expresa Steve y finaliza la carta diciendo que sus padres fueron «sus mejores amigos».
El australiano experto en la fauna silvestre, también dirigía el Zoológico de Australia, que fue fundado por sus padres en Beerwah, a unos 80 kilómetros al norte de Brisbane, la capital del estado de Queensland.
Su padre Bob Irwin, de 77 años, contó a los medios que se encuentra trabajando en un libro sobre su vida titulado «El último cazador de cocodrilos». Su madre, Lyn, falleció en el año 2000 en un accidente automovilístico en Australia.