Los propietarios de hostales y hoteles de los 54 kilómetros de playa, del municipio de Tola, departamento de Rivas, están felices debido a que ya no hay habitaciones disponibles y los que vayan a vacacionar en la semana mayor, tendrán que dormir en la arena.
Según el Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur), en el sector de Tola, en los hostales y hoteles, se contabilizaban 322 habitaciones con capacidad para alojar a 498 huéspedes y en esta temporada alta, las plazas habitacional sobrepasan la capacidad.
José Ángel Granados, propietario del hostal Villa Jiquelite, dijo que las reservaciones fueran hechas desde hace semanas por los bajos precios que andan entre los 15 y 70 dólares la noche.
Por su parte doña Margarita Arriola, propietaria del hostal y restaurante El Mirador, ubicado en Playa Gigante, dijo que este es el principal centro turístico de la zona y ahora los veraneantes tendrán la ventaja de acceder por carretera adoquinada.
La Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua, pronosticaron que en Semana Santa se generen unos 100 millones de dólares en ingresos.