**Craig Karmin (The Wall Street Journal)
Luego de que el desarrollador de bienes raíces Ophir Sternberg convirtiera un hospital de Miami Beach en desuso en un edificio residencial de la cadena Ritz Carlton, donó camas y equipos médicos a hospitales en Nicaragua. El director de la fundación Estadounidense-Nicaragüense lo invitó a recorrer el país.
Como les sucede a muchos estadounidenses, la percepción de Sternberg sobre el país centroamericano estaba marcada por la historia reciente de Nicaragua, caracterizada por la agitación política y la actividad guerrillera. Cuando llegó, sin embargo, Sternberg dice haber encontrado un país pacífico con playas agradables, un clima templado y arquitectura colonial española.
Ese escenario, junto con los incentivos impositivos del gobierno para inversionistas extranjeros, convenció a Sternberg el año pasado de comprar el Aqua Wellness Resort en la costa del Pacífico nicaragüense.
“No fui con la intención de invertir dinero ni pasar tiempo en el país”, indicó el empresario. “Pero me fascinó lo que vi”.
Ahora, su firma de desarrollo de propiedades, Lionheart Capital LLC, está aumentando su apuesta a Nicaragua. Sternberg sostuvo que está cerca de cerrar un acuerdo este mes con un operador asiático de balnearios de lujo para administrar su hotel en Nicaragua.
Agregó que sostiene negociaciones avanzadas para comprar otras dos propiedades en Nicaragua —una mansión histórica en la ciudad de Granada y un sitio en una isla formada por dos volcanes en el Lago Nicaragua— donde planea construir otros dos balnearios para que sean gestionados por el mismo operador hotelero asiático de Aqua Wellness.
El inversionista de Miami espera que Nicaragua pueda seguir los pasos de otros países en desarrollo que estuvieron marcados por largos períodos de violencia, pero se han convertido en florecientes destinos turísticos.
Colombia, por ejemplo, estuvo plagada de narcotraficantes y secuestros durante años. Pero después de que el gobierno tomara medidas más efectivas para combatir el crimen organizado y captara inversión extranjera a través de exenciones impositivas, ha llamado la atención de operadores hoteleros globales. Hyatt Hotels Corp. H +0.20% tiene planes de abrir tres hoteles en tres ciudades para 2017, y el Four Seasons Hotels and Resorts prevé inaugurar dos hoteles de lujo cerca de fin de año.
Myanmar, ex Burma, fue gobernada por una junta militar durante décadas. No obstante, un nuevo gobierno lanzó una serie de reformas en los últimos cuatro años, flexibilizando las restricciones para empresas y promoviendo el turismo en el país del sudeste asiático. La marca de lujo Peninsula Hotels está transformando una ex sede ferroviaria en Rangún, la antigua capital del país, en un hotel de alta gama.
Nicaragua fue un campo de batalla durante la Guerra Fría, cuando los sandinistas, respaldados por la Unión Soviética, se enfrentaron a los Contras, que tenían el apoyo de EE.UU. Luego de que el presidente Daniel Ortega asumiera el poder en 2007, el gobierno ha dado pasos para estimular un mayor desarrollo del sector privado y puso en vigencia una ley de incentivos fiscales para otorgar grandes exenciones sobre impuestos a las ganancias y los bienes raíces.
Ser de los primeros en invertir en un país que adoptó el camino de las reformas brinda una ventaja, pero también trae sus dolores de cabeza. En Nicaragua, dijo Sternberg, la financiación de bancos locales no alcanza y tuvo que acudir en parte a préstamos del dueño anterior de su hotel. El personal del hotel carece de la capacitación que tienen sus pares en otros mercados emergentes más establecidos.
El mayor riesgo es que el país vuelva a caer en los vicios del pasado. Trevor Barran, director de las operaciones de Lionheart en Nicaragua, recuerda que Guyana atravesó reformas democráticas a comienzos de los años 90, y atrajo inversiones de algunos de sus ciudadanos que se habían marchado del país caribeño para escapar de la violencia que había estallado en los años posteriores al fin del mandato británico.
Sin embargo, las reformas terminaron abruptamente a mediados de los años 90, cuando recrudeció la violencia. El gobierno nacionalizó empresas y confiscó propiedades, incluidas las de algunos familiares de Barran, aseguró, quienes habían regresado a su país de origen.
De todos modos, Barran confía en que Nicaragua avanza en la dirección correcta. Señala que el reciente rodaje del “reality show” Survivor cerca de San Juan del Sur, en Nicaragua, ha ayudado a mejorar la imagen de ese país ante los turistas de EE.UU. y Canadá, que representan alrededor de dos tercios de los visitantes.
La firma de inversión en bienes raíces Lionheart también está comenzando a trabajar en mejorar su hotel en Bahía La Redonda, Nicaragua, al agregar una piscina y un restaurante que utilizará la cosecha de un campo adyacente. El hotel está prácticamente duplicando la cantidad de habitaciones y casas a 110 unidades. Sternberg señaló que el costo total de comprar y remodelar la propiedad sería de unos US$45 millones.
El hotel actualmente cobra tarifas diarias promedio de US$330, pero Sternberg prevé acercarse a los US$600 la noche luego de que Lionheart se haga cargo.
Una familia local también está construyendo un nuevo aeropuerto cerca del hotel Aqua con sus propias instalaciones de aduana y control de inmigración. Por ahora, afirmó Sternberg, su complejo está a dos horas en auto de Managua, la capital, “o un viaje de 20 minutos en helicóptero desde allí”.