Chase Headley aceptó su disculpa; Jedd Gyorko está más preocupado por reavivar su química en la ejecución de la doble matanza, y Yasmani Grandal ha ofrecido su orientación tras haber pasado por lo mismo.
En momentos en que el campocorto nicaragüense Everth Cabrera se prepara para jugar el jueves su primer encuentro de pretemporada después de una suspensión de 50 juegos que le acortó la campaña pasada, los Padres de San Diego dicen que han dejado atrás ese capítulo relacionado con la clínica Biogénesis, cerrada y acusada de distribuir sustancias dopantes.
«Al menos para mí quedó en el pasado», dijo Headley, tercera base de San Diego. «No digo que esté de acuerdo con ello o que me agrade ni mucho menos. Pero habiendo dicho eso, pienso que la gente comete errores. Y cuando es admitido y se paga por ello, ¿qué más se puede pedir?».
Cabrera, de 27 años, fue el único jugador de San Diego que participó en el Juego de Estrellas de 2013. El primer bate, y ambidextro, tenía un promedio de .283 –el mejor en su carrera– con 37 bases robadas –la mayor cantidad en la Liga Nacional– cuando su temporada terminó prematuramente.
En una conferencia de prensa en la que lloró en agosto pasado, Cabrera admitió que había consumido sustancias prohibidas, pero no las identificó. Eso fue después de que el pelotero centroamericano se disculpó con sus compañeros.
«Él se paró frente a ellos en la casa club, jugadores, entrenadores, y dio una disculpa sincera y dijo que cometió un grave error», comentó el mánager Bud Black. «Sabía que nos había decepcionado. Sabía que decepcionó a este equipo. No puedo hablar por todos, sino por lo que he escuchado de algunos jugadores, eso fue suficiente».
Cabrera ha evitado mayormente a la prensa esta fase de entrenamiento de primavera y no estuvo en la casa club cuando se permitió el miércoles la entrada a reporteros.
Los peloteros a quienes se ha preguntado sobre Cabrera desde que inició el entrenamiento de pretemporada han expresado su apoyo hacia él. Esto incluye al receptor cubano-estadounidense Yasmani Grandal, quien cumplió su propia suspensión de 50 juegos por consumo de fármacos para incrementar el desempeño al inicio de la temporada pasada.