Los científicos también observaron otro caso excepcional en el que un adulto guardó parte de la carne para desayunar al día siguiente, demostrando así una cognición orientada hacia el futuro.
«Lo que es particularmente interesante es que utilizan una técnica de percusión que normalmente emplean para abrir frutas de cáscara dura para obtener acceso a la carne de un animal que es casi inaccesible para cualquier otro depredador», señaló el coautor del estudio, Tobias Deschner.
Además, se trata de la primera vez que este tipo de simio ha sido captado comiendo carne de reptil. «Sabemos desde hace décadas que los chimpancés se alimentan de carne de diversas especies animales, pero hasta ahora no se había observado el consumo de reptiles», subrayó el científico.
Asimismo, las imágenes muestran cómo los primates más fuertes ayudaron a aquellos que no conseguían romper el caparazón por su cuenta, así como también compartieron la carne con otros miembros del grupo.