Un ciudadano chino, cuya identidad no fue revelada, demandó a un hospital de salud mental alegando que fue drogado y golpeado en un intento de curarlo de su homosexualidad.
El hombre fue secuestrado por su esposa y sus familiares el pasado mes de octubre y llevado por la fuerza a un hospital estatal ubicado en la provincia de Henan. Luego que el año pasado confesó que era homosexual y precisamente ese día iba a firmar los papeles del divorcio.
Aunque él siempre pidió que le dieran de alta, el hospital lo diagnosticó con un desorden de preferencia sexual y lo sometió por semanas a un tratamiento que incluía drogas y algunas veces golpizas.
El pudo liberarse luego que un amigo denunció el caso ante la policía.