Carnes sospechosas en el refrigerador, restos humanos y huellas de la macabra actividad que se realizaba en el lugar, fue lo que la policía de Rusia encontró en la casa de la pareja de caníbales detenida en Krasnodar, Rusia.
Según la policía no se han realizado las pruebas de ADN que confirmen el origen de los siete paquetes que hallaron en la refrigeradora, así como 19 fragmentos de piel muerta y una jarra con pedazos de cuerpos conservados en una solución salina.
En el lugar también se encontraron numerosos celulares de presuntas víctimas y fotos de los acusados, Dimitri y Natalia Baksheeva, en las que posaban con lo que aparentan ser restos humanos.
Incluso, una de las imágenes muestra un plato de comida con ingredientes de dudosa procedencia. Ello alimentó los temores de que la mujer, con vínculos en restaurantes y cafés de la ciudad, haya usado carne humana en la elaboración de sus recetas.
Según testimonios de los vecinos citados por la prensa local, la pareja solía tener fuertes discusiones y se percibía un fuerte olor a Corvalol, un medicamento similar al éter que es usado como somnífero. Con este fármaco, los Baksheeva habrían dormido a sus víctimas antes de asesinarlas.
La detención fue realizada después de que un obrero que trabajaba en la carretera encontrara un teléfono móvil con imágenes de trozos de un cuerpo humano.
«Estábamos trabajando en la calle cuando encontré un celular. Abrí el álbum de fotos y vi dos imágenes. Primero no entendí lo que era, parecían una cabeza y una mano», contó Roman Khomyakov, el empleado que encontró la evidencia.
A principios de septiembre, la pareja discutió con una mujer a la que acababan de conocer. «El hombre mató entonces a la recién conocida y la descuartizó, escondiendo algunos fragmentos de su cuerpo en el lugar de los hechos y llevándose otros con él», precisó un comunicado oficial.
«Tras asesinarla, el hombre se fotografió con algunos restos del cadáver de la mujer, utilizando la cámara de su teléfono móvil», añadió.