Carlitos Páez, uno de los rugbiers uruguayos sobrevivientes del accidente aéreo de octubre de 1972 cuando viajaban a Chile, en lo que se conoce como «La tragedia de los Andes», contó cómo fue uno de los momentos más escalofriantes durante los días que esperaron en la cordillera hasta ser rescatados: Cuando se quedaron sin alimentos y decidieron comerse a sus compañeros fallecidos para sobrevivir.
Tras visualizar un fragmento de la película «Viven» que recrea el accidente, Páez contó que eran los médicos que iban en la delegación quienes iban decidiendo de qué cuerpo disponer para alimentarse y reveló que «la carne humana sabe a carne de vaca».
El hijo del célebre artista uruguayo Carlos Páez Vilaró agregó que «llega un momento en el que te acostumbras tanto que de pronto te sientas encima de un muerto para no estar encima de la nieve».
Además, contó que sólo uno de los familiares de los fallecidos le preguntó si se había comido a su hijo y, ante su respuesta afirmativa, le «agradeció» su «sinceridad».