El Profesor estadounidense Robert Kelly y su familia se convirtieron en el nuevo fenómeno viral de las redes sociales luego de que sus hijos interrumpieran de la manera más tierna y cómica una entrevista que el experto en temas políticos de Corea del Sur brindaba a la cadena británica BBC.
Unos días después del incidente, el profesor Kelly ha decidido finalmente romper el silencio y contar el detrás de cámara de la hilarante situación. «Vi el video como todos los demás, y la verdad es que es muy gracioso», confeso el profesor en ciencias políticas de la Universidad de Pusan, en Corea del Sur.
«Cometí un pequeño error que convirtió a mi familia en estrellas de YouTube», confesó Kelly al Wall Street Journal. El experto afirmó que siempre que brinda entrevistas a diversos medios de comunicación, cierra con llave la puerta de su oficina para que sus hijos no lo interrumpan, sin embargo, olvidó hacerlo en esta ocasión.
En la sala de su casa, su esposa, Kim JongA, se encontraba cuidando a los pequeños a la vez que grababa en su teléfono móvil la entrevista en directo que brindaba su marido. En un momento, su hija se levantó y su bebé de meses la siguió en su andador.
«La mayoría de las veces ellos siempre vienen a buscarme cuando encuentran la puerta cerrada de la oficina», dijo Kim. «Pero en ese momento no regresaron y fue cuando me dí cuenta que la puerta estaba abierta. Fue el caos para mí», agregó.
El resto de la historia ha sido lo más visto en redes sociales en los últimos días. Los pequeños interrumpiendo la entrevista de su padre mientras Kim entra gateando al cuarto intentando sacar a sus hijos de una manera bastante cómica.
La pareja afirmó que tras finalizar la entrevista estaban preocupados de que la BBC no los volviera a contactar. Kelly escribió un correo de disculpas a la cadena, que de inmediato le respondió pidiendo su aprobación para colgar el video en su cuenta de Facebook.
Kelly dio su consentimiento y asegura arrepentirse de haberlo hecho. «Tuve que poner mi teléfono celular en modo avión porque no paraba de sonar con llamadas de periodistas de todo el mundo y las notificaciones de mis cuentas en redes sociales se dispararon», admitió el profesor.