La policía italiana encontró una joya valorada en varias decenas de millones de euros en la caja fuerte de un banco de Lugano, Suiza.

En 1499 el ejército de Francia cercó Milán y muchos ciudadanos huyeron de la guerra. Entre ellos Leonardo da Vinci.
En su huida terminó en Mantua, Lombardía. Allí conoció a la noble Isabella d’Este, de quien hizo un bosquejo a carboncillo que actualmente está expuesto en el museo del Louvre, en París.
La marquesa pidió en varias cartas posteriores a Leonardo que realizase un retrato a color basado en dicho boceto. Y hasta 2013 no se conocía ninguna pintura de Isabella realizada por el artista italiano.
Sin embargo ese año, tras unos 500 años de absoluto misterio, se encontró en una colección privada la pintura a color de la noble.
La datación científica de la pieza confirmó con una probabilidad superior al 95 % que la obra había sido realizada entre 1460 y 1650.
Al parecer, según las investigaciones de los especialistas del mundo del arte, Leonardo podría haberse encontrado con Isabella d’Este alrededor del 1514 en Roma, donde terminó el retrato a color que ahora acaba de encontrar la policía italiana en un banco suizo.
El cuadro en cuestión se trata de un óleo sobre tela, mide 61 centímetros de largo y 46.5 de ancho. Según ha informado la policía, el vendedor anónimo que poseía el cuadro pedía por él 95 millones de euros.